En un momento en el que las políticas migratorias en nuestra región cambian día con día, es difícil mantener una perspectiva basada en evidencia. En los últimos 6 meses hemos visto un cambio de 180 grados en la política migratoria mexicana – de una visión humanitaria a la contención militar de la población migrante– como respuesta a las amenazas de Donald Trump. En Estados Unidos (EUA), el gobierno a nivel ejecutivo continúa inventando formas nuevas para impedir el paso de solicitantes de asilo por su frontera con México. Estas acciones unilaterales presionan a México a mantener y recibir cientos de miles de personas en su frontera norte, por ejemplo, la política “Quédate en México” y, desde el 15 de julio, el Reglamento que cierra la puerta casi por completo a la oportunidad de solicitar protección en EUA a personas que hayan cruzado por México. Estas acciones están en litigio en EUA, mientras México continúa recibiendo a personas con necesidades de protección, a quienes debe ofrecerles dicha protección conforme a su marco legal.